Pero no sólo por esto es interesante Cusco, también porque es una ciudad muy similar a Villa de Leyva, Colombia. La infraestructura rústica y a la vez colonial con la que fue construida hace de este lugar agradable para quien lo visita.
El primer lugar que se visita es la Plaza de Armas situada en todo el centro de Cusco. Es imponente, limpia, tradicional y conservada; a su alrededor encontramos la Catedral y una mezcla entre lo moderno y lo turístico, con esto me refiero a que su estructura colonial cambio para dar paso a grandes restaurantes de cadena como KFC, Mc Donalds o Starbucks Coffee, además de una serie de restaurantes de alta categoría y tiendas de ropa fina. Sin importar esta mezcla la gente local identifica al turista como un amigo y le abren las puertas de la mejor manera.
Hay cientos de tradiciones y fiestas que celebran ya sea por rendir homenaje a la religión, las costumbres típicas de la cultura indígena o algún feriado que represente la época del año. En este caso yo celebré la fiesta que hacen los diferentes sindicatos y organizaciones locales de Comedores Municipales.
La mayoría de sus habitantes son personas mayores, quienes conservan sus tradiciones con trajes típicos, la comida, las fiestas y demás, por ende son personas que viven del turismo y de la caridad de la gente. Pero además hay lugares muy lindos para visitar: iglesias que reconstruyen la historia colonial, el Barrio San Blas a pocas cuadras de la Plaza de Armas. Típico por albergar los talleres de los más importantes artesanos del Cuzco como los Mendívil, Olave y Mérida. En la iglesia del lugar se encuentra el famoso púlpito, bellamente tallado en madera de una sola pieza hace casi 400 años, el Templo de Korikancha o Templo del Sol y entre otros.
Cusco es una ciudad muy tranquila donde se puede descansar sin mayor preocupación, es un lugar al que llegan muchos debido a que es el punto de partida para quienes desean visitar Machupichu, ya que todos los trámites de recorrido se hacen allí. De todas formas también hay otros destinos que están a las afueras de la ciudad como el Templo Sacsayhuamán, a pocos pasos del centro. Presenta inmensos muros conformados por monumentales piedras distribuidas en forma de zigzag en tres plataformas que tienen un promedio de 360 metros de largo. Existen piedras de hasta 9 metros de largo y 5 de ancho.
Tambomachay, conocido como los baños del Inca. A través de sus escalinatas se aprecian caídas de agua cristalina y según se afirma aquí se rendía culto al líquido elemento. La Fortaleza Roja de Puca Pucará, fortificación formada por andenes, escalinatas, pasajes, torreones, hornacinas y plataforma. Y finalmente el Anfiteatro de Kencco, la cual es una construcción a partir de piedras. Hay pasajes, canales y escalinatas con grabados que representan al puma, un animal sagrado.
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